Poco o ningún sentido tiene estos días hablar de tes o infusiones como si estuviéramos ajenos a lo que está pasando, y aun peor sería querer vender con mala intención propiedades ocultas de tal o cual planta a fin de adquirir un superpoder de inmunidad o cura de tan sólo efecto placebo.
Lo cierto es que “lo que TÉ toca vivir” no te hunde ni te hace más fuerte siempre y cuando tenga remedio o solución, es la actitud con que afrontas los problemas, las crisis y las incertidumbres. De todos estos momentos malos o malos momentos surgen las mejores ideas, las mayores olas de solidaridad, el cambio en el orden de valores de las cosas donde la superficialidad y lo superfluo se abandona para que nos demos cuenta que es lo realmente importante.
Y que tiene que ver esto con él TÉ y con lo que TÉ toca vivir, pues nada y todo. Porque a esta manera óptima de afrontar el día a día se llega con una vida sana y equilibrada, y aquí una bebida milenaria como el TÉ puede estar presente. Está presente por sus propiedades más que estudiadas y relatadas, pero nosotros queremos que esté presente por lo que supone.
- Lo que supone compartir una taza de TÉ con familiares o amig@s
- lo que supone tomarte una infusión mientras lees un libro en un momento de reflexión
- lo que supone un TE en tu terraza al atardecer en un momento de paz
- lo que supone un te frío después de un rato de actividad física
- lo que supone tomar una infusión en una terraza con un@ amig@ mientras compartimos inquietudes
Porque todas estas situaciones son bienestar y equilibrio y todas ellas nos ayudan a afrontar el momento de
“lo que TÉ toca vivir”